Cuando hablamos de propiedades y su compraventa, cada vez con más frecuencia salen a la palestra términos como nuda propiedad o usufructo que no son tan sencillos de entender ni tan populares como el alquiler o la compra de un inmueble. Así que hoy en el blog de L&A Abogados te explicamos qué es eso de la nuda propiedad, en qué se relaciona con el usufructo y cuáles son sus principales diferencias.
De forma clara y resumida, la nuda propiedad es tener en propiedad un bien, pero sin poder hacer uso y disfrute de este, es por tanto una propiedad limitada. Si tienes una nuda propiedad, entonces eres un nudo propietario y si tienes una propiedad en usufructo, eres usufructuario. ¿Por qué un nudo propietario no puede disfrutar del bien? Porque no tiene el usufructo de este.
Ojo porque tanto la nuda propiedad como el usufructos son derechos, pero tienen diferencias notables:
- Si hablamos de una propiedad, un nudo propietario es el propietario, pero no tiene uso y disfrute. Sin embargo, un usufructuario sí que tiene el uso y disfrute de esta, pero no la propiedad.
- Mientras que el usufructuario podrá disfrutar del bien en tanto en cuanto dure su derecho, el nudo propietario solo podrá disfrutar de la propiedad cuando finalice el usufructo.
- Respecto a qué operaciones se pueden hacer con esa propiedad, el nudo propietario puede venderla pero no alquilarla y el usufructuario puede alquilarla y vender su derecho a usar el bien, pero no la propiedad en sí (recordemos que no es propietario).
Lo normal es que una nuda propiedad se adquiera mediante herencia o con donación con reserva de usufructo, si bien cada vez es más popular que un propietario venda la nula propiedad y conserve el usufructo de esta.
A este tercer escenario suelen recurrir personas mayores sin herederos o con necesidades económicas que, de este modo, consiguen una compensación económica mientras siguen usando la vivienda en vida. Por otro lado, quienes adquieren esa nuda propiedad lo hacen a un precio menor frente a la compra al uso, pero tendrán que esperar para estar en pleno dominio, que es cuando el usufructo llega a su extinción y la nuda propiedad y el usufructo recaen en la misma persona. Esta extinción del usufructo normalmente llega con la muerte del usufructuario, el cumplimiento del plazo establecido o la venta del usufructo.
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