Si tienes un trabajo que puede realizarse a distancia y unas circunstancias personales que se verían aliviadas desempeñando tu labor profesional en remoto, entonces hoy te contamos un tema que podría interesarte. Y es que desde hace unos meses está en vigor la como se conoce comúnmente: ‘ley de familias y teletrabajo’, que llegó para completar la transposición de la Directiva de la UE 2019/1158.
¿Qué significa esto? Que por ejemplo si eres padre o madre y quieres solicitar el teletrabajo, estás amparado por ley para hacerlo durante un periodo de hasta 12 meses. Esto no es nuevo, en tanto en cuanto ya aparecía en el artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores. Eso sí, no todo el mundo puede solicitarlo.
Quienes se ven beneficiados por esta ‘ley de familias y teletrabajo’ son aquellos padres y madres con hijos e hijas mayores de 12 años con necesidades especiales, si tienes a tu cargo familiares hasta el segundo grado de consanguinidad, si tienes a tu cargo dependientes que no pueden valerse por sí mismos que vivan en el mismo techo o si tú y tu pareja (que también trabaja) tenéis un hijo menor de 12 años.
Independientemente del caso al que te acojas, tendrás que justificar muy bien dichas circunstancias para llevar a cabo la solicitud considerando que la adaptación de la jornada laboral ha de ser razonable y que coincida con lo que necesita tu empresa. Lo vemos con un ejemplo sencillo: si eres albañil, no podrás hacerlo. En ese caso siempre te quedará la reducción de jornada.
Un hecho importante es que puedes hacer esta solicitud no solo cuando nazca tu criatura, sino cuando lo estimes pertinente, como puede ser al concluir el permiso de maternidad o paternidad.
Ojo porque la empresa no solo no podrá ignorar tu solicitud sino que dispondrá de un plazo de 15 días naturales para estudiar el caso y ofrecer una respuesta. Si no dice nada, se dará por aceptada. En caso de rechazarla, la empresa deberá argumentar la respuesta y proporcionar una solución que satisfaga a la persona trabajadora. Y si no se llega a un acuerdo viable, siempre queda acudir a los tribunales contando con la ayuda de un buen abogado laboralista.
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